Las personas prosperas tanto en lo económico como en lo espiritual son aquellos que hacen de su vida, una vida de compromiso.
Cuando alguien decide trabajar en
algún lugar, ingresar a una universidad o unirse en matrimonio, asume un
compromiso o hace un pacto, de cumplir con algunas obligaciones, no todo son
derechos o exigencias.
Lo primero que nos comprometemos delante de Dios es someternos a su
soberanía, dejar que el haga de nosotros las personas que el quiere,
arrepentirnos de nuestros pecados para poder tener una nueva vida; El compromiso
es un acto no una simple Palabra.
Debemos aceptar que el arranque nuestro corazón contaminado y herido por
las decepciones, los problemas y diferentes dificultades que surgen en el día a
día y nos dé un corazón nuevo. Exequiel 36: 26 “Os daré corazón nuevo, y pondré
espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de
piedra, y os daré un corazón de carne.”
Solo de esta forma es posible que lo que éramos antes quede atrás y
seamos unas nuevas criaturas. 2 corintios 5: 17 “De modo que, si alguno está en
Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas.”
Uno de nuestros compromisos mayores es que solo con fiaremos en Jehová,
estamos en este mundo, pero nuestra con fianza solo debe estar depositada en
Dios, lamentablemente eso es lo primero que incumplimos.
Nos congregamos, alabamos a Jehová, pero seguimos confiando en Egipto, es
decir en el Mundo. V 15 “Pero se rebeló contra él, enviando embajadores a Egipto para
que le diese caballos y mucha gente. ¿Será prosperado, escapará el que estas
cosas hicieron? El que rompió el pacto, ¿podrá escapar?”
Machos cristianos
pierden la costumbre de congregarse regularmente para agradecer a Jesucristo motivados
por las mismas bendiciones, se hicieron cristianos porque no tenían trabajo,
Dios los prospera, pero lo primero que hacen es romper el pacto, ahora dicen;
si no trabajo no como.
Lo que más le molesta a Jesucristo es que no cumplamos con nuestros
pactos. V 19 “Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Vivo yo, que el juramento mío
que menospreció, y mi pacto que ha quebrantado, lo traeré sobre su misma
cabeza.” Para Jesucristo esto es una ofensa, lo siente como si lo hubieran menospreciado.
EMISORA PAN DE VIDA - BLOGS RADIO
