La mayoría de los cristianos cuando tenemos nuestras primeras experiencias con Cristo nuestra vida empieza a ser transformada de manera maravillosa, esto le sucedió al pueblo de Dios. V 13 “Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, seda y bordado; comiste flor de harina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, prosperaste hasta llegar a reinar.” Los primeros días o meses de bendición, nos sentimos muy agradecidos con Dios y la iglesia que el utilizo.
Pero lastimosamente una ves que ya
nos acostumbramos a vivir en bendición, empezamos a serle infiel a Jesucristo y
su Iglesia. V 15 “Pero
confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre, y
derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras.”
Cuando sentimos que estamos bien,
consideramos que la iglesia en la que estamos ya no es digna de nosotros y nos
marchamos a otra o simplemente volvemos al Mundo donde éramos unos fracasados. V
16 “Y tomaste de tus
vestidos, y te hiciste diversos lugares altos, y fornicaste sobre ellos; cosa
semejante nunca había sucedido, ni sucederá más.”
El problema de muchos cristianos es
que cuando Jesucristo los bendice y las cosas marchan muy bien se olvidan que
fue Jesucristo quien los saco de la Inmundicia. V 22 “Y con todas tus abominaciones y tus fornicaciones no te
has acordado de los días de tu juventud, cuando estabas desnuda y descubierta,
cuando estabas envuelta en tu sangre.”
Este tipo de cristiano comete una
gran serie de pecados, pero siempre cree que son los demás los pecadores y por
eso siempre esta juzgando a todo Mundo. V 52 “Tú también, que juzgaste a tus hermanas, lleva tu
vergüenza en los pecados que tú hiciste, más abominables que los de ellas; más
justas son que tú; avergüénzate, pues, tú también, y lleva tu confusión, por
cuanto has justificado a tus hermanas.” El problema de juzgar a los demás
es que nubla nuestros ojos y por eso no vemos lo que hacemos.
Como serle fiel a Jesucristo
1. Nunca olvidándonos de donde nos Sacó.
V 6 “Y yo pasé junto a ti, y
te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te dije: ¡Vive! Sí,
te dije, cuando estabas en tus sangres: ¡Vive!” el recordar de donde nos
saco Jesucristo hace que conservemos la humildad.
·
1.1. Recordar de donde fue que Jesucristo nos rescato
y el ver en el lugar donde ahora nos tiene, hace que nunca deseemos volver atrás.
2.Entendiendo que lo que tenemos es
gracias a Dios. V 7 “Te hice
multiplicar como la hierba del campo; y creciste y te hiciste grande, y
llegaste a ser muy hermosa; tus pechos se habían formado, y tu pelo había
crecido; pero estabas desnuda y descubierta.” David era un hombre
prospero, porque él era consciente que todo lo que tenía o daba provenía de Jehová.
3.Dando gracias a Dios porque fue
el quien nos dignifico. V 9-11 “Te lavé con agua, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con
aceite; 10y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí
de lino y te cubrí de seda. 11Te atavié con adornos, y puse
brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello.” Muchos teníamos nuestra
autoestima por los suelos, nadie creía en nosotros, hasta que Jesucristo
transformo nuestra Vida.
La única forma de serle fiel a Jesucristo,
a nuestra iglesia, nuestra familia o trabajo es nunca olvidando lo que ellos
hicieron por nosotros, el desagradecimiento nos hace Infieles.
EMISORA PAN DE VIDA - BLOGS RADIO
