lunes, junio 23, 2025

Joel 1. Manifiéstale tu amor a Dios.

 

Para tener una buena relación con los demás en especial con las personas que amamos, no es suficiente con decirles que las amamos, es necesario que de alguna forma se lo podamos expresar.

Son múltiples las formas como les podemos expresar nuestro amor, a través de un abrazo, caricias, un detalle físico. Etc.

Las relaciones que van en decadencia son aquellas que han caído en un enfriamiento total.

Es decir, entre estas personas ya no existe ninguna manifestación de amor.

Cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón no solamente adquirimos la buena costumbre de congregarnos en algún Lugar.

Lo que hacemos es entablar una relación con Jesucristo y como toda relación de amor, Jehová lo que pide de su pueblo es que lo amemos con todo nuestro corazón. Deuteronomio: 6: 5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas

Jesucristo es espíritu por lo tanto no lo podemos ver ni tampoco tocar, en nuestra relación de amistad o de pareja podemos expresar nuestro amor a través de detalles que son físicos.

Ya que Jesucristo es espíritu, la única forma que tenemos los seres humanos para expresarle nuestro amor es a través de la ofrenda y la libación.

La ofrenda es lo que nosotros podemos llevar al templo para ayudar al sostenimiento de la obra de evangelización aquí en la tierra.

La libación era un ritual de bebidas que se ofrecía a Dios, hoy podríamos decir: ofrecer ayuno, tiempos de oración etc.

El problema es que el pueblo de Dios llevado por los afanes de este mundo cada día se vuelve más frio, ya no tiene tiempo ni ganas de ofrecer a Jesucristo Ofrendas y tiempos de comunión con él. V 9 “Desapareció de la casa de Jehová la ofrenda y la libación; los sacerdotes ministros de Jehová están de duelo.”

Además de nuestras ofrendas económicas que son importantes para el buen funcionamiento de las organizaciones religiosas, es necesario ofrecer ofrendas de alabanza. Hebreos 13: 15 “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

Dios está buscando verdaderos adoradores, y si dice verdaderos es porque también los hay falsos. Juan 4: 23 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.

El verdadero culto para Dios, el culto racional, es aquel en el que nos entregamos como sacrificio vivo delante de él. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”

El saber que al pueblo de Dios poco le importa ofrendar y alabar a Jesucristo debería causarnos dolor. Joel 1: 13 “Ceñíos y lamentad, sacerdotes; gemid, ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitada es de la casa de vuestro Dios la ofrenda y la libación

La única solución es volvernos a Jehová de todo corazón, en oración y ayuno. Joel 1: 14 “Proclamad ayuno, convocad a asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová.”

No basta con que le digamos a Jesucristo que lo amamos, es necesario que se lo podamos expresar de manera física en el culto y en nuestra vida diaria.

Print Friendly and PDF