Para tener una buena relación con los demás en especial con las personas que amamos, no es suficiente con decirles que las amamos, es necesario que de alguna forma se lo podamos expresar.
Son múltiples las formas como les podemos expresar nuestro amor, a través
de un abrazo, caricias, un detalle físico. Etc.
Las relaciones que van en decadencia son aquellas que han caído en un
enfriamiento total.
Cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón no
solamente adquirimos la buena costumbre de congregarnos en algún Lugar.
Lo que hacemos es entablar una relación con
Jesucristo y como toda relación de amor, Jehová lo que pide de su pueblo es que
lo amemos con todo nuestro corazón. Deuteronomio: 6: 5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y
de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”
Jesucristo es espíritu por lo tanto no lo podemos
ver ni tampoco tocar, en nuestra relación de amistad o de pareja podemos
expresar nuestro amor a través de detalles que son físicos.
Ya que Jesucristo es espíritu, la única forma que
tenemos los seres humanos para expresarle nuestro amor es a través de la
ofrenda y la libación.
La ofrenda es lo que nosotros podemos llevar al
templo para ayudar al sostenimiento de la obra de evangelización aquí en la
tierra.
La libación era un ritual de bebidas que se ofrecía
a Dios, hoy podríamos decir: ofrecer ayuno, tiempos de oración etc.
El problema es que el pueblo de Dios llevado por
los afanes de este mundo cada día se vuelve más frio, ya no tiene tiempo ni
ganas de ofrecer a Jesucristo Ofrendas y tiempos de comunión con él. V 9 “Desapareció de la casa de Jehová la ofrenda y la
libación; los sacerdotes ministros de Jehová están de duelo.”
Además de nuestras ofrendas económicas que son
importantes para el buen funcionamiento de las organizaciones religiosas, es
necesario ofrecer ofrendas de alabanza. Hebreos 13: 15 “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de
alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.”
Dios está buscando verdaderos adoradores, y si dice
verdaderos es porque también los hay falsos. Juan 4: 23 “Mas la hora
viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren.”
El verdadero culto para Dios, el culto racional, es
aquel en el que nos entregamos como sacrificio vivo delante de él. Romanos 12:
1 “Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo,
santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”
El saber que al pueblo de Dios poco le importa ofrendar
y alabar a Jesucristo debería causarnos dolor. Joel 1: 13 “Ceñíos y lamentad, sacerdotes; gemid, ministros del
altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitada es de la
casa de vuestro Dios la ofrenda y la libación”
La única solución es volvernos a Jehová de todo
corazón, en oración y ayuno. Joel 1: 14 “Proclamad
ayuno, convocad a asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de
la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová.”
No basta con que le digamos a Jesucristo que lo
amamos, es necesario que se lo podamos expresar de manera física en el culto y
en nuestra vida diaria.
