Dios nos ama y está dispuesto a perdonarnos por nuestra infidelidad, pero sabes cuál es problema, muchas veces, no nos damos cuenta que hemos caído en infidelidad.
Llevamos cuanto tiempo en la vida cristiana y
creemos que somos los más fieles.
El adormecimiento espiritual y el
acomodamiento hacen que creamos que estamos bien, cuando en realidad estamos
mal y muy mal.
Como es un cristiano Infiel.
1. Depende del mundo o del hombre. V 5 “Porque su madre se
prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis
amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.” Cree que lo que tiene es por su
capacidad.
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1.1. Muchas veces creemos que es por nuestro trabajo o por nuestra
profesión que tenemos para vivir. Y eso ya es infidelidad.
2. Buscamos a Dios por interés. V 7 “Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y
no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque
mejor me iba entonces que ahora.” Muchos cristianos buscamos a Dios en
oración cuando ya hemos intentado en nuestras fuerzas, dejamos la oración como
la última alternativa. La oración no debe ser la última alternativa, la oración
tiene que ser la primera opción.
3. Nos cuesta reconocer que es Dios quien nos
provee. V 8 “Y ella no reconoció que yo le daba el trigo,
el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a
Baal.” Cuando entramos a la vida cristiana Dios pasa a ser nuestro
pastor, y con el nada nos hace falta todo lo tenemos, el problema es que nos
acostumbramos tanto a la bendición, que se nos olvida que es Dios quien nos da
todo lo necesario, y pronto lo remplazamos y decimos, no puedo ir al culto
porque no tengo tiempo, si no trabajo no como.
La única forma que Dios tiene para atraernos a sus
brazos es quitándonos todos los ídolos que hemos levantado o quitándonos lo que
él nos ha dado. V 12 “Y haré talar sus vides y sus
higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis
amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo.”
Dios quiere enamorarnos, y de una y otra forma nos
expresa su amor. El problema es que cuando lo tenemos todo, no le escuchamos,
por eso el lugar propicio para enamorarnos es el desierto, ahí si tenemos
tiempo para nuestro amado. V 14 “Pero he aquí que
yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.” No
esperemos estar en un desierto para escuchar la declaración de amor de nuestro
Dios, aprendamos a escucharlo en la prosperidad.
El tiempo en el que una persona está en el desierto
depende del tiempo en que se tarde en aceptar el amor de Dios, cuando estés
pasando por un tiempo de desierto no te lamentes, no reniegues, dale gracias a
Dios por todo. Entre más rápido te reconcilies con Jesucristo más rápido él te
dará todo lo que necesitas o lo que perdiste. V 15 “Y
le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y
allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida
de la tierra de Egipto.”
A pesar de nuestra infidelidad Dios quiere hacernos
su esposa. V 19- 20 “Y te desposaré conmigo para
siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y
misericordia. 2:20 Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a
Jehová.” Dios está esperando que le demos el sí.
Si buscamos a Dios el responderá por nosotros, él
es un buen esposo nunca deja abandonada a su amada. V 21-22 “En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a
los cielos, y ellos responderán a la tierra. 2:22 Y la tierra responderá
al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel.”
Dios quiere hacernos de él, no quiere que le
pertenezcamos a otro. Dios no nos quiere compartir. No trates de estar con el
mundo y a la vez con Dios. V 23 “Y la sembraré para
mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres
pueblo mío, y él dirá: Dios mío.”
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